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"Peruanos en el Mundo: India"




En este episodio de “Peruanos en el Mundo” iremos a Nueva Delhi, la capital de India, en donde una piurana trabaja como voluntaria para un centro que capacita a jóvenes mujeres que no tienen oportunidades. Además una arequipeña en Jaipur nos lleva a los templos de la vaca, el mono y nos presenta al encantador de cobras. También una coreógrafa mezcla los ritmos tradicionales de la India con la música popular peruana. Todo esto y mucho más desde “Peruanos en el Mundo” desde la India.

DESCRIPCION:

India es un inmenso país al sur del continente asiático, su vasto territorio va desde la cordillera del Himalaya hasta las costas del océano índico. La historia de este país data de hace más de cinco mil años.

El triángulo turístico del norte es el área más visitada del segundo país más poblado del mundo. Nueva Delhi es la capital de India donde también yace la tumba de Mahatma Gandhi, el padre de la patria. En Agra se erige el Taj Mahal o monumento al amor, verdadera joya arquitectónica construida por un gobernante para rendir tributo a su desaparecida esposa.

Jaipur, la ciudad rosada debido a las edificaciones de ese color, también es un centro donde se comercian joyas y piedras preciosas. Miles de turistas visitan sus fortalezas en las cumbres de empinadas montañas y admiran los templos dedicados a vacas, monos y hasta ratas.

Bombay es el centro financiero del país, la ciudad más occidentalizada y sede de la industria cinematográfica bautizada con el nombre de “Bollywood” en donde se producen más películas que en Hollywood.

India también es un país que invita a la meditación, que nos muestra otras posibilidades de convivencia y que guarda el más rico tesoro que un país pueda tener: su gente...sea por su cultura, misticismo o rico pasado, usted puede descubrir ¡La increíble India!

DIARIO: India con “I” de increíble

Es difícil llegar a India sin abrir todos tus sentidos: la intensidad de los colores de los vestidos de sus mujeres, el rico olor de los condimentos, el sabor picante del pollo masala, la bulla de los vendedores que ofrecen todo en las multitudinarias calles, tocar las piedras de sus milenarias de sus templo. ¡Increíblemente India!
Llegue al aeropuerto de Nueva Delhi, la capital de la India, en el primer vuelo del día. Al salir del terminal me encontré con Carlos Jimenez, cónsul peruano en Delhi, quien gentilmente me dio un tour de esta ciudad. Nunca me había montado antes a un Tata, carro “Made in India”; la experiencia fue no apta para cardiacos, navegando en un laberinto de estrechas calles, vendedores ambulantes y vacas sagradas cruzando la pista... Carlos me dijo que comparado a Delhi, el caótico tráfico de Lima se parecía al de Suiza.

Nuestra primera parada fue el barrio de Shahpur Jat, un barrio a los alrededores de Nueva Delhi, allá encontramos a Claudia Pasapera, una peruana que llego hace 15 años a la India, ella había estudiado en Roma Italia y estaba buscando oportunidades laborales en un país del tercer mundo. Claudia encontró trabajo como analista de negocios para la corporación española “Ardanuy”, como parte de su obra social dentro del “Opus Dei” (*) hace voluntariado en la organización no-gubernamental “Kamalini”.

Claudia vestía un Salwar Kameez (colorido traje típico de la India que consta de un vestido con una manta al costado), ella además tiene el típico lunar que las hindúes tienen en la frente y nos recibió con una amplia sonrisa. Entramos a una humilde vivienda en donde diariamente ella ofrece sus servicios a los más necesitados.

India está experimentando un crecimiento económico vertiginoso, pero no todos están disfrutando del desarrollo financiero de la misma manera. “Kamalini” brinda talleres de costura, computadora y otros oficios a las mujeres de esta pujante área de Delhi. Claudia nos cuenta que muchas mujeres en India siguen siendo discriminadas por sus familias, los padres ven a las féminas como un vehículo para lograr la valiosa dote (dinero que reciben a cambio cuando sus hijas son entregadas a sus futuros esposos).

En medio de nuestra conversación hay un apagón en la modesta casa que funciona como taller. “Esto es muy común la electricidad se corta varias veces al día” dice Claudia. Pero ni el apagón, ni la falta de recursos, ni todos los factores en su contra impiden que cerca de 1,5000 mujeres (casi 40 al día) sigan llegando a Kalimani para aprender oficios que las puedan insertar en el mercado laboral.

En India las cosas se siguen haciendo manualmente, según Claudia lo que trata de brindar este centro de capacitación son “Valores, confianza y auto estima” a estas mujeres que ni siquiera son contadas en la sociedad de castas de la India. La voluntaria peruana además busca donaciones para que la obra siga creciendo en otros sectores de esta ciudad de casi 20 millones de habitantes.

La historia de Claudia me toco el corazón debido a que ella no necesita hacer el voluntariado en las zonas más marginales de Delhi, después de todo una profesional de su envergadura podría vivir cómodamente con aire acondicionada en las zonas más privilegiadas de la capital. Uno no puede dar la espalda a la miseria que todavía persiste en la India, este es una de los retos más grandes del país para alcanzar el desarrollo sostenible: “La Redistribución de la riqueza”.

El centro comunitario donde Claudia hace su voluntariado se encuentra en un colorido barrio que es un pequeño microcosmos de la India. En este barrio uno puede encontrar casi todo: a media cuadra se encuentra un confeccionista que tiñe prendas femeninas con pétalos de rosa, planchadores ambulantes, gente recogiendo basura en carretas y puestos de comida callejera por doquier. India es el segundo país más poblado del mundo y la vida de mucha gente depende de un simple oficio.

Unos metros más allá, una familia está preparando un rico curry de papas, además de una exquisita salsa picante o Masala. Los olores son fuerte y no menos que los sabores de esta variada culinaria hindú. Ahora uno entiende porque los antiguos exploradores buscaban desesperadamente las rutas cortas para llegar a la India en busca de sus especies exóticos.

Todo es muy sonoro en la India, las bocinas de los carros, las cornetas de los vendedores y hasta el efusivo lenguaje del hindú que pareciera que gritara en vez de hablar. En Delhi la caridad también tiene otro significado: decenas de personas que viven en las calles se sientan en las entradas de los restaurantes esperando comer las sobras de los comensales. En esta parte del mundo nada es mal visto y el sentido de “vergüenza” occidental no significa nada.

Claudia resume estos últimos 15 años de la siguiente manera: “La gente en la India es buena, acogedora, hospitalaria…este país me ha dado la oportunidad de servir a los demás”, dibujando una sonrisa en su rostro, “Después de todo, estamos en ‘La Increíble India’”.

(*) “Opus Dei” es una congregación de la iglesia católica creada en España.

CONSEJOS:

Si usted decide viajar a la India, tenga en cuenta los siguientes consejos:

_Cuando visite lugares turísticos tenga cuidado con las personas que ofrecen como guías turísticos, podrían cobrarle de más, de preferencia compre tours antes de viajar.

_Muchas especies animales son sagradas en la religión hinduista, sea sensible a las creencias y brinde respeto a animales.

_ Evite visitar la India en la estación del Monzón o tormentas durante los meses de mayo y junio pues pueden presentarse deslaves.

Siga a los “Peruanos en el Mundo” por Sur Perú (EE.UU): Sábados 16:00 ET /13:00 PT y domingos 15:00 ET /12:00 PT; y canal de YouTube/Pazostv

Adquiera la guía de la serie “Peruanos en el Mundo: tour I” en Amazon.com: http://t.co/udzsVQBUv7









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