PERUANOS EN EL MUNDO: OKLAHOMA Y TEXAS
En esta emisión de “Peruanos en el Mundo” desde el corazón de los Estados Unidos, vamos a Dallas, Texas donde veremos el lugar en donde fue asesinado el ex -presidente norteamericano John f. Kennedy. Además, vamos a la ciudad de Oklahoma en donde un periodista nos muestra como esta ciudad renació después del atentado que conmociono a esta ciudad y además la increíble historia de un inmigrante peruano que arriesgando su vida tardó cuatro meses en llegar a los Estados Unidos. Todo esto y mucho más en “Peruanos en el Mundo” desde el norte de Texas y Oklahoma.
DESCRIPCION
Dicen que todo en Texas es más grande y esto lo puede comprobar en la ciudad de Dallas. La silueta vertical de esta ciudad al norte del estado de la estrella solitaria es consecuencia del boom petrolero de la región. Desde la torre de la reunión en el centro de la ciudad se ve una increíble vista nocturna.
Uno de los lugares más visitados del Dallas es el museo del “Sexto” piso, donde en el invierno de 1963 un francotirador acabó con la vida del entonces presidente John F. Kennedy. En el interior se aprecia la reconstrucción del magnicidio y además una importante colección que habla de la vida, muerte y legado del ex presidente.
Dallas también es conocido por ser la casa del equipo de futbol americano de los “Cowboys”, su gigantesco estadio techado es unos de los más caros de ese popular deporte norteamericano.
Dallas también es conocido por ser la casa del equipo de futbol americano de los “Cowboys”, su gigantesco estadio techado es unos de los más caros de ese popular deporte norteamericano.
A tan solo una hora de distancia de Dallas se encuentra la ciudad hermana de Fort Worth. En donde todos los días a las 3 de la tarde los vaqueros sacan al ganado desde los pastizales hasta los establos del “Stockyards”.
Al cruzar el rio rojo uno brinca de Texas a Oklahoma, unos de los estados con mayor crecimiento económico en Norteamérica, que atrae a miles de inmigrantes. En la ciudad del ladrillo o “Bricktown” el turista puede pasear en botes por sus canales y disfrutar de atardecer en uno de los lugares en donde todavía uno puede vivir sin el stress de las grandes urbes.
DIARIO
OKLAHOMA CITY: reconstruyéndose de sus cenizas.
Estados Unidos es el primer lugar de residencia de los peruanos en el extranjero, casi tres de cada 10 peruanos opta por emigrar a la unión americana. Uno de los lugares menos imaginados donde uno podría encontrar un peruano en el estado de Oklahoma, literalmente en medio del país. Un periodista nos cuenta porqué este estado que pudo reconstruirse de sus cenizas.
La ciudad de Oklahoma saltó a la fama el 19 de abril de 1995 cuando un coche bomba destruyó el edificio federal matando a 168 personas. Carlos Ortiz, un periodista peruano recién mudado a esta ciudad, se encontraba a tan solo dos cuadras del lugar. Luego del fuerte impacto Carlos se dirigió a la zona y fue testigo de unos de los peores atentados en suelo norteamericano. “Lo más terrible fue que en el segundo piso había una guardería infantil y decenas de niños murieron, fue penoso ver a las madres buscando a sus hijos” dice Carlos.
En el lugar donde se produjo el atentado contra el edificio federal se ha construido dos pórticos, una fuente de agua y sillas que conmemoran a cada una de las víctimas. Una cerca en el perímetro del área guarda cientos de peluches, banderas y cartas que los visitantes dejaron para rendir tributo a los caídos de esta tragedia. “Estoy compilando el contenido de las miles de cartas que niños de otros países escribieron a los familiares de las víctimas para publicar un libro de la tragedia”, dice Carlos.
Parece irónico que el periodista volvió a experimentar un ataque terrorista a miles de kilómetros del Perú. Carlos recordó su experiencia cubriendo los años más obscuros de la historia peruana durante la época de sendero luminoso. “Paradójicamente en la ciudad de Oklahoma ahora se realiza una maratón para celebrar la vida en el lugar en que muchos encontraron la muerte”, dice Carlos, “En el lugar donde se ubicaba una iglesia se encuentra la estatua de un cristo que se lamenta en señal de dolor”.
Oklahoma significa “Gente Roja” en el idioma de una tribu de indios norteamericanos. En la época en que Estados Unidos se extendió hacia el oeste esta área se denominó “Los territorios indígenas”. Muchas tribus nativo americanas fueron reubicadas en esta frontera oeste, hasta que a principios del siglo XX los colonos blancos o “Sooners” lograron que Oklahoma obtenga el estatus de estado.
Carlos Ortiz también forma parte de la nueva ola de inmigrantes hispanos en estas tierras. El bajo costo de vida hace que Oklahoma sea el lugar predilecto para muchas familias que buscan oportunidades laborales. Lejos de ser una gran metrópolis como Nueva York, Los Ángeles o Miami (donde se concentran la mayor cantidad de peruanos), en Oklahoma aún se respira el aire pueblerino: “Para ir de un punto de la ciudad a otro solo se necesitan 10 o 15 minutos en carro, aquí no hay mucho tráfico y el sonido de bocinas son impensables”, dice Carlos.
Sin embargo Oklahoma está ubicado en el corredor de tornados y cada cierto tiempo la ciudad se ve azotada por estos fenómenos climáticos que provocan muerte y destrucción a su paso. Cada sábado a mediodía se escuchan sirenas de emergencias instaladas por el municipio para mantenerlas en buen estado en caso de que se presenten tornados. “Quienes vivimos en Oklahoma ya estamos acostumbrados a los tornados, son como los temblores en Perú” dice Carlos.
Sin embargo Oklahoma está ubicado en el corredor de tornados y cada cierto tiempo la ciudad se ve azotada por estos fenómenos climáticos que provocan muerte y destrucción a su paso. Cada sábado a mediodía se escuchan sirenas de emergencias instaladas por el municipio para mantenerlas en buen estado en caso de que se presenten tornados. “Quienes vivimos en Oklahoma ya estamos acostumbrados a los tornados, son como los temblores en Perú” dice Carlos.
A pesar de que Carlos trabajó en muchos empleos en Oklahoma, el nunca dejo la pasión por el periodismo. El periodista publicó un magazín semanal y ahora es editor del periódico “El Nacional de Oklahoma”, el principal medio impreso en español en este estado. “Hace poco tuvimos una edición especial sobre las actividades de la comunidad peruana en Oklahoma”, dice Carlos, “Acá hay muchos peruanos en puesto importantes, como dueños de restaurantes, ingenieros petroleros y hasta deportistas”.
En la época en que los medios de comunicación convergen con las tecnologías digitales, Carlos ha creado en las redes sociales el grupo de peruanos residentes en Oklahoma. Además el multifacético periodista peruano es conductor de un programa político en donde se abordan temas locales que interesan a la comunidad hispana. “Oklahoma es un estado donde todavía hay mucha intolerancia hacia el inmigrante hispano, acá se pasaron leyes anti-inmigrantes mucho antes que en otros estados” dice Carlos.
Es difícil comprender como un estado cuyo nombre proviene de una lengua nativo americana y está rodeado de reservas de estas tribus puede albergar gente intolerante. La infame ley que intentaba castigar a los inmigrantes indocumentados y a los que los contrataban quedó en el sueño de los olvidados. “Luego de la promulgación de la ley, los mismos empresarios se dieron cuenta que sus negocios se veían afectados con el éxodo masivo de trabajadores y consumidores, la cámara de comercio interpuso una demanda y la ley quedó estancada” dice Carlos.
Uno de los eventos que propiciaron el cambio de mentalidad en Oklahoma fue la marcha que cerca de cinco mil inmigrantes hispanos tuvieron en las escalinatas del Capitolio (congreso) de Oklahoma. Carlos fue parte del grupo de organizadores. “Cuando los políticos vieron que los latinos se podían organizar como los afro-americanos entendieron que habían subestimada a los inmigrantes indocumentados, creo que esto marcó una antes y un después en la historia de este estado” dice Carlos.
Otros vientos soplan en Oklahoma, así como en otras partes de los Estados Unidos la población se está volviendo más diversa. Los hijos de Carlos nacieron en esta ciudad y ahora forman parte de la nueva generación interracial y pluricultural que también está poblando el corazón del país. Oklahoma se sigue reinventando: gente roja en la época de los indios nativo americanos, la tierra de los “Sooners” durante los colonos blancos y ahora un “Melting Pot” (crisol de razas) que experimenta un flujo de inmigración latina sin precedentes…El atentado del 1995 quizás marcó un nuevo hito en Oklahoma, un estado que se está reconstruyendo de sus cenizas”.
_ Puede tomar un tren desde el aeropuerto internacional DFW al centro de Dallas y a Fort Worth.
_ En Fort Worth no se pierda la visita a los establos “Stockyards” a las 3pm es el paseo del ganado y aproveche el toro mecánico que no es apto para cardiacos.
_ En Oklahoma visite las reservas del nativo americano en donde podrá apreciar más de sus tradiciones: chozas, cerámica y textilería.
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