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PERUANOS EN JOHANESBURGO: ESTO ES AFRICA!

ESTO ES AFRICA! 



Si usted viaja a África, lo más probable es que llegue primero a Johannesburgo, donde se encuentra el aeropuerto más grande del continente. Para muchos,” Joburg”, como los locales llaman a su ciudad, es nada más que una escala para cambiar de avión y tomar una comida rápida antes de continuar hacia su destino final.

Pero para aquellos que se aventuran más allá del aeropuerto, pronto descubren que hay mucho más que ver a Johannesburgo, más que la mala reputación que los medios le han dado a esta gigantesca ciudad.

El aeropuerto internacional de “Tambo” está conectado a Joburg por un sistema de tren moderno y elegante que puede competir con cualquier sistema similar en Europa o Asia. El "Gautrain" es limpio, eficiente y asequible. Poco después de llegar, nos embarcamos hacia la estación de Sandton, una zona exclusiva de la ciudad, que se encuentra cerca de la casa de huéspedes donde pasaremos las próximos cuatro noches.

Nuestro anfitrión es Toto, un peruano que ha pasado muchos años viviendo en Sudáfrica. Pronto descubrimos, que Toto es parte de una familia muy talentosa que ha aprovechado su herencia peruana en la comida y música para lograr éxitos empresariales.

El hostal de Toto es más como una pensión familiar. La espaciosa casa principal tiene un patio con una piscina y tres unidades adicionales de los huéspedes. Él es bien conocido en la comunidad peruana local y recibe a los visitantes no solo de Perú sino de todas partes del mundo.

Su esposa Janette trabaja con sus hermanas en otro negocio. Una empresa de entrega de cenas llamada “Norma  & Vilma Catering”. Los éxitos familiares no se detienen allí, su sobrino Xavier Saer es un músico y fotógrafo reconocido.

En el día de nuestra visita para entrevistar a Xavier él está trabajando con el grupo local de música sudafricana “Jaziel Brothers” quienes nos dan la bienvenida con una canción improvisada que demuestra claramente la gama de sus talentos.



Jaziel Brothers - Ndinike indawo 

Tengo que admitir que llegué a Johannesburgo un poco nervioso sobre lo que podríamos encontrar. Al igual que muchos turistas, había oído las historias de crimen y la pobreza; Pero sin duda lo que encontramos fue una ciudad vibrante en el proceso de re-inventarse.

César Alvarado es un bailarín y cantante peruano. Él y su esposa Zana se ofrecieron a enseñarnos su ciudad. Empezamos de nuevo en Sandton, visitando la plaza Nelson Mandela, con una enorme estatua de este legendario líder sudafricano que luchó por el fin del “Apartheid” o sistema de segregación contra los negros.

A partir de ahí, nos aventuramos en el corazón del centro de Johannesburgo. En primer lugar, tengo que admitir que no estaba demasiado impresionado. Pero a medida que nos aventuramos más, mi opinión cambió completamente. Fuimos al precinto Maboneng , un encantador barrio de cafeterías, galerías de arte y restaurantes de moda.

En este barrio, descubrimos el hostal "Ciudad del Este" .Este albergue solía ser una imprenta donde los activistas Anti- Apartheid imprimían boletines para difundir la lucha por la igualdad de razas. El lugar es un patrimonio de la ciudad y el gerente estaba más que feliz de mostrarnos sus instalaciones. El mismo Mandela utilizó la imprenta para ocultarse de la represiva autoridad.

El impulso de Johannesburgo para re-inventar comenzó con la Copa del Mundo del 2010. El viaje al estadio mundialista estaba en nuestra lista de lugares a visitar. Sólo esperaba  ver  el recinto deportivo desde el exterior. Pero Zana, que trabaja para la emisora ​​de radio pública, mostró su credencial de prensa y terminamos no sólo conseguir dentro, pero en la Suite Presidencial.
Es un estadio mundialista de Joburg es increíble y de proporción  abrumadora. Allí sentado en la suite, sólo podía imaginar lo que debe ser cuando se llena con casi 90.000 fans gritando.

Ningún viaje a Johannesburgo estaría completo sin probar algunos de los alimentos locales. En un lugar encantador llamado “Moyo” , nos sentamos en la terraza de comer diferentes alimentos exóticos  de Sudáfrica mientras uno se entretiene con músicos locales.


Terminamos el día por tener la cara pintada con el arte tradicional africano.

Las pinturas eran sólo temporales, pero Johannesburgo es una experiencia maravillosa que quedará de forma permanente en la memoria.

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